En lo alto de una pequeña colina del municipio de la Hermandad de Campoo de Suso se alza uno de los monumentos más fascinantes del sur de Cantabria: el Castillo de San Vicente de Argüeso. Su silueta, recortada contra el cielo montañés, parece detenida en el tiempo. A solo unos minutos de Casucas La Guariza, esta joya medieval es una visita imprescindible para quienes aman la historia, la arquitectura y los paisajes con alma.
El Castillo de Argüeso comenzó a construirse entre los siglos XIII y XIV, en una época convulsa marcada por luchas entre linajes nobles y el fortalecimiento de los reinos cristianos del norte de la península. La primera estructura documentada fue una torre defensiva perteneciente a la poderosa Casa de los Mendoza, una de las familias más influyentes de Castilla.
Con el paso de los años, la fortificación fue ampliada con una segunda torre y una muralla que las unía, conformando así la estructura rectangular que hoy conocemos. Su posición estratégica permitía vigilar los valles del entorno y controlar el paso hacia la Meseta a través del puerto de Palombera.
Durante los siglos XIV y XV, el castillo vivió su época de mayor esplendor. Era símbolo del poder feudal de los Mendoza en la comarca de Campoo, una zona clave para el abastecimiento de ganado, madera y otros recursos naturales. En su interior se combinaban funciones militares y residenciales: servía tanto de defensa como de residencia noble.
Como muchos castillos de España, Argüeso fue perdiendo importancia con el paso de los siglos. Tras la centralización del poder en la monarquía y los cambios en las estructuras militares, el castillo dejó de ser útil como fortaleza. A lo largo del siglo XVIII entró en decadencia, y durante el XIX ya estaba prácticamente en ruinas.
Durante décadas, el castillo quedó abandonado, resistiendo el paso del tiempo gracias a la solidez de sus muros y a su localización aislada.
En los años 80 del siglo XX comenzó un ambicioso proceso de restauración, impulsado por el Ayuntamiento de la Hermandad de Campoo de Suso. Gracias a la colaboración de instituciones locales y regionales, el castillo fue reconstruido respetando las técnicas y materiales originales. Desde entonces, el Castillo de Argüeso volvió a abrir sus puertas como centro cultural, histórico y turístico.
Hoy se puede visitar y recorrer sus torres, sus estancias interiores y sus murallas, disfrutando de unas vistas panorámicas únicas de los valles campurrianos.
Lejos de ser una simple ruina, el Castillo de Argüeso es hoy un espacio activo y dinámico. Acoge exposiciones temporales, conciertos, talleres medievales, bodas civiles, visitas teatralizadas y jornadas culturales que lo convierten en un referente para la vida cultural de la comarca.
Además, es una parada habitual en rutas de senderismo, historia y turismo rural, ideal para quienes se alojan en Casucas La Guariza y desean combinar naturaleza con historia.
El castillo está a tan solo 20 minutos en coche desde Reinosa. La carretera que sube desde el valle ofrece un paisaje de postal, especialmente bonito en primavera y otoño. Se puede aparcar junto al castillo y hacer el resto del trayecto a pie, disfrutando del entorno natural.
El Castillo de Argüeso no es solo una construcción de piedra: es memoria, cultura y orgullo de Cantabria. Desde Casucas La Guariza te animamos a descubrir este tesoro histórico que forma parte del alma campurriana.